Jerónimo Rojas amanece asesinado en la plaza del pueblo en plena Pandemia.

Desde los tiempos de Jeremías Rojas, toda la estirpe de los relojeros ha sufrido el mismo fatídico destino a manos de sus vecinos y el caso de Jerónimo es solo el último de una larga lista.

Pero el protagonista siente, sin saber, que algo no cuadra en esta interpretación, que dan por buena los medios de comunicación y pretende tirar del hilo para llegar a la verdad.

Enredado en una relación tóxica, en la que ni siquiera sabe si sigue, solo, extrañado del mundo de la postpandemia, en duda respecto a su propia cordura, siente la necesidad de volver a Valle, el pueblo de su infancia, en busca de respuestas.

La verdad se va deshilvanando en direcciones sorprendentes, al tiempo que lo sobrenatural abandona el plano del relato y se instala en la realidad misma.